Información del artículo
Descripción
Las olas del tiempo perdido nos traslada a los veranos de la niñez, aquellos que creímos infinitos. Un tiempo que nos recuerda la importancia de pertenecer, de volver a la tribu, de recuperar, siendo adultos, a los niños que fuimos.
El dolor, como el amor, es una fiera indomable que araña y sana a partes iguales.